Ociosidad que resulta agradable.
Durante esta cuarentena parece que se nos presionara desde todos los frentes para impulsarnos a hacer algo, a mantenernos ocupados, a movernos, a aprender, a cocinar, a hacer ejercicios, a ver series, a comentarlas, etc. Parece que todo el día estamos conectados a pantallas, ya sea por nuestros teletrabajos o por nuestros tiempos de descanso, enchufados a Netflix o escuchando música, podcast, audio libros, no hay tiempo de silencio, no hay tiempo de descanso ni de pausa en este eterno lunes que no se acaba nunca.
Busqué en Spotify una lista llamada “dolce far niente” que les recomiendo completamente porque trasmite justo lo que venía pensando, esta expresión italiana significa ‘ociosidad que resulta agradable’, yo siempre lo he pensado como “el placer de no hacer nada”, de descansar, de escuchar música en el patio, tomando solcito o escuchando la lluvia caer, depende del clima. Me retrotrae a un espacio infinito, sin tiempo ni fecha, lejos del coronavirus. Hoy parece que trabajáramos con una fecha límite encima, tratando de aprovechar lo que más podamos de este lapsus de vida, pero sin detenernos muchas veces a mirar que quizás lo que más necesitamos hoy día es inactividad, canciones lentas, menos estímulos, descansar, no hacer nada.
Este no es un llamado a dormir todo el día ni pasar con pijama -que tan poco hace mal de vez en cuando- pero quizás sí a bajar las revoluciones, a tomarse los días con más calma, a mirar alrededor y apreciar lo cotidiano, a darnos más tiempo para nosotros, lo que quiera que eso signifique para cada uno. Que esta etapa en la que estamos tan lejos los unos de los otros no implique también estar lejos de nosotros mismos.
Creo que estamos viviendo un episodio muy particular en la historia de la humanidad, del que si salimos, o cuándo salgamos, para mantener el optimismo, será estudiado y las consecuencias serán vistas desde otros lados, gran parte del mundo está forzada a estar en sus casas, guardados, contra su voluntad y se espera, por una razón que desconozco, que en medio de la crisis más importante que nos ha tocado vivir en los últimos años, que produzcamos, mantengamos la máquina andando, un tutorial a la vez.
Ojalá que no nos alienemos en este lunes infinito, nos bajemos un poco de esta vorágine, descansemos de las redes sociales, y de las presiones externas y tomémoslo un día a la vez, disfrutando de aquello qué si tenemos a la mano y nos puede ser agradable… tiempo y espacio, antes que nada para nosotros mismos, sin necesidad de compartirlo con terceros.
Beatriz Palma Marambio