Historia
Tras una constante búsqueda de respuestas, estrategias y formas de enfrentar el sufrimiento que nos provocaba tener bipolaridad, nos acercamos a fines de 2018 a sesiones de psicoeducación, tras una invitación de la Asociación Chilena de Bipolares (SOCHITAB).
Había un grupo de pacientes bipolares y de sus familiares, que ahí reunidos, nos vinculamos para comenzar un trabajo por el bienestar, que aún no termina. No estábamos solos en esto.
Las reuniones fueron dirigidas por el entonces presidente de la institución, el psiquiatra Jorge Cabrera, quien nos dio a conocer la importancia de comprender los síntomas de la bipolaridad, posibles tratamientos desde disciplinas médicas y psicoterapéuticas, como también estrategias que podíamos adquirir para un manejo más personal y autónomo del trastorno anímico bipolar (TAB).
Pacientes bipolares con nuestros familiares, nos unimos para formar una comunidad que se dedique a psicoeducar, apoyarnos entre nosotros y ser un catalizador social que borre los estigmas que recaen sobre personas afectadas en su salud mental. Sochitab, a su vez, se unió a nuestra iniciativa para brindarnos charlas gratuitas de psicoeducación. Así empezamos nuestro programa de psicoeducación de forma presencial y luego pasamos a la modalidad virtual, post pandemia.
Nos constituimos como fundación sin fines de lucro en un desafiante año, cuando la pandemia por COVID-19 fue declarada a nivel mundial. Se enfrentaba una situación que afectaba de forma transversal a todos y que era una amenaza para la salud mental de las personas.
Desarrollamos programas gratuitos de psicoeducación dictados por expertos de la salud. Abrimos espacios seguros y de respeto para la escucha de experiencias, dudas e inquietudes, a través de coloquios para pacientes y familiares TAB, y miembros de la fundación.
Se realizaron talleres, alianzas, participamos en mesas de trabajo sobre salud mental y alcanzamos en un año cifras importantes de participantes, que fueron el mejor fundamento de la necesidad de nuestra existencia.
- 25 colaboradores (equipo permanente y voluntarios)
- 20 Círculos de apoyo (grupos de Whatsapp)
- 1.800 personas en listas de difusión
*Resumen completo en Memoria publicada en la sección de “Transparencia”.
Fue un año de resiliencia, aún en plena pandemia, en el cual nos fuimos validando como fundación ante la sociedad. Integramos mesas de trabajos en Red Salud Mental es Salud, Red de Equipos de Prevención del Suicidio (REPS), creamos e implementamos los Círculos de Apoyo a Pares (CAPs).
También fue el año en que abrimos nuestro espectro de atención y acción para acoger, no solo a personas con bipolaridad, sino también a quienes padecen otros desórdenes del ánimo, como el trastorno depresivo. Basados en extensos estudios científicos que muestran cómo hay mucho en común.
- 50 colaboradores (equipo permanente y voluntarios)
- 3.000 personas en listas de difusión
- Nuestros primeros Círculos de Apoyo formalmente implementados (Grupos deapoyo)
*Resumen completo en Memoria publicada en la sección de “Transparencia”.
Integrantes de nuestro equipo estuvieron presentes en mesas políticas como CONAPREM, COREPREM y el Primer Consejo Asesor de Salud Mental del Minsal para trabajar en leyes que protegen a los pacientes.
También seguimos en alianza con la Red científica Salud Mental es Salud, entre otros vínculos sociales que se han ido fortaleciendo y consolidando.
Trabajamos por la inclusión laboral en un proyecto pionero en Chile, realizado en conjunto con la Cámara Chilena de Construcción.
Fuimos parte en este año de la creación del programa para la prevención del suicidio: Quédate.
Brindamos capacitación gratuita a dos generaciones de pacientes y familiares de nuestra comunidad como Trabajadores de Apoyo a Pares.
- 7 colaboradores como parte del equipo permanente
- 30 Facilitadores y voluntarios
- 1.000 personas formalmente inscritas en nuestra comunidad
- 35 Círculos de apoyo a lo largo del país (Grupos de apoyo)
- 5.000 personas en listas de difusión
- 40 donatarios permanentes
- 6.000 seguidores en Instagram
*Resumen completo en Memoria publicada en la sección de “Transparencia”.
Fue un año de intenso crecimiento para nuestra fundación, por lo que nos reestructurarnos internamente. Se organizó a nuestro equipo en cuatro pilares:
Finanzas, Calidad de Vida, Proyectos, Arte y Comunicaciones. Hoy el equipo permanente está formado por 12 personas (pacientes y referentes), y si sumamos a los voluntarios llegamos a más de 100 personas comprometidas con nuestro proyecto.
Tomamos la bandera de la inclusión, por lo que en cada uno de nuestros proyectos financiados, contratamos pacientes y familiares de nuestros grupos de apoyo, principalmente relatores para nuestros talleres de psicoeducación formados como “expertos por experiencia”.
30 personas diagnosticadas con Trastorno Bipolar contratadas (3 personas con credencial de discapacidad en nuestra Fundación, ya sea de manera indefinida o por proyecto, en roles como Relatoría, Asesoramiento, Liderazgo de proyectos, Facilitadores en proyectos de salud mental.
(28 personas en Región Metropolitana, 1 en Región de la Araucanía, 1 en Región de Valparaíso.)
- 12 colaboradores como parte del equipo permanente
- 120 Facilitadores y voluntarios
- 3.000 personas formalmente inscritas en nuestra comunidad
- 100 Círculos de apoyo a lo largo del país (Grupos de apoyo)
- 5.500 personas en listas de difusión
- 80 donatarios permanentes
- 13.000 seguidores en Instagram
*Resumen completo en Memoria publicada en la sección de “Transparencia”.